El encuentro
La imagen que uno tiene de sí mismo sólo se ve confirmada ante el espejo que representa el encuentro con un desconocido; la medición oportuna de dos maneras distintas de entender el mundo (entre cientos de maneras diferentes de entender el mundo) es el examen esperado y definitivo que despeja ciertas dudas sobre la propia capacidad y la propia experiencia. Justo al lado de la obra arquitectónica (una joya para aquellos que comparten determinadas reglas, un simple click o la más absoluta de las indiferencias para el resto de los mortales), los mensajes y las presencias encuentran una justificación más allá de la utilidad de los juegos de lenguaje de la supervivencia. Todo es firme y sencillo, como una nave segura, todo encaja, y puede asegurarse que el exterior nunca ha sido tan confortable. En el cuento de nunca acabar, el protagonista, un trasunto de Ulises, Ion Tichi y Simbad el Marino, no se verá finalmente devorado por la fiera; en el momento oportuno guardará su daga intacta con el coraje de un lobo enamorado. Ha encontrado el por qué de tanta investigación desaforada, de tanto desvelo gratuito, y deposita los poemas en esa mano amiga que al fin le confirma, las palabras sobre el libro mojado de otros labios.
10 comentarios
Enrique -
Bueno, que me enrollo. Pini: nos veremos el año que viene si no puede ser antes; ya falta poco. Te puedo asegurar que es una experiencia muy grata.
Itn: para una mayor comprensión del texto: la obra arquitectónica o joya arquitectónica a la que hago referencia no es otra que la ampliación que el arquitecto francés Jean Nouvel ha llevado a cabo en la vieja estructura del Reina Sofía. Como ves todo tiene sentido, todo encaja; pero es que las cosas pueden explicarse de muchas maneras. Por ejemplo: pueden explicarse como son o como creemos verlas (¿alguien sabe en realidad, a ciencia cierta, cómo son las cosas realmente?), o también pueden contarse como uno las siente, como uno las ve desde una perspectiva podríamos añadir más poética.
En fin, lo dicho, que al final me enrollo. Buenos días a todos.
itn -
muy agradecido por la invitación en Madrid el día y la hora que me digáis allí estaré, seré el contrapunto porque soy de otro tipo de raro más raro
Otis B. Driftwood -
1. El miércoles sí que pude ir a la exposición de Lichtenstein y a la de Monocromos (que a mi amiga le encantó, por cierto). Ya haré la crónica un dia de estos.
2. Pini: la envidia, incluso la sana, se cura siempre con dulce de leche ;-) Haremos algo para que nos podamos reunir en Madrid, o donde sea, y poder corresponderte como llevo tiempo queriendo hacer. Y oye, nunca se sabe, igual llegas a Ezeiza (o al Aeroparque) y te encuentras una sorpresita por ahí, que la vida tiene recovecos muy misteriosos...
Otis B. Driftwood -
Bajo la imponente sombra del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que dio la malhadada casualidad de que aquel día estaba cerrado (y acabé yendo al Thyssen-Bornemisza, por cierto), Enrique y un servidor nos enzarzamos en una conversación totalmente (o, por el contrario, nada) filosófica sobre quién era más raro que el otro ;-) Aún estamos en ello.
Y tuvo el detallazo de hacerme un regalo, y como ningún regalo aprecio más que un libro, éste lo aprecié sobremanera: "Menos rosas", del poeta palestino Mahmud Darwish, que pretendo leer despacio, saboreando las letras, incluso las árabes que por desgracia no comprendo. Y el primero de ellos comienza así: "Andaré este largo camino, este camino tan largo, hasta el final, / hasta el final del corazón, andaré este camino largo, largo, largo..." Una frase que resume mi vida, o al menos la vida que decidí comenzar hace ya dos años cuando me marché a la tierra de las nubes. No podía ser más apropiado.
Gracias, Enrique. Por el regalo, desde luego, pero ante todo y sobre todo, por el encuentro.
pini -
pini -
viajaré el año próximo -este se me hace un tanto difícil-
pongan lugar y hora a la cita:`puede ser madrid o donde les plazca que yo me acomodaré. (para los que dicen que las mujeres somos complicadas.)
allí estaré.
(no les sugiero buenos aires porque puedo quedarme esperarando hasta el día del arquero que no vendrán).
eso sí, por iberia no viajo más: no me gusta que me pregunten: "pasta o poIo".
Enrique -
Otis: tu comentario de hoy es de lo más místico. Es el comentario más místico que ha tenido este blog en mucho tiempo. ¿Qué tal por Sevilla? ¿Corre o no corre el airecito?
Señor itn: cuando usted quiera hablamos de fútbol, no tengo ningún problema. Quien me conoce bien sabe que gozo de un verdadero placer popular cuando se trata de charlar, conversar o analizar el antiguo juego de la clase obrera.
Por cierto, pini, se me olvidaba: al despedirme de Otis, a las puertas del Reina Sofía, quedamos en vernos para el futuro. En ese momento también nos acordamos de ti y comentamos que quizás Madrid sería un buen lugar donde convocar una próxima cita colectiva y conocernos todos. Veremos que nos depara el destino, pero seguro que tenerlo en mente facilita mucho las cosas. Señor itn: usted también estaría invitado, por supuesto. Reconozco que Madrid tiene muchas ventajas (la primera: a mí me queda muy cerquita), pero soy consciente de que puedo ser acusado de centralista, así que dejo abiertas todas las posibilidades: pueden ustedes plantear cuantas alternativas consideren oportunas. ¡Soy todo oídos! Un abrazo a todos.
pini -
itn para ver un lindo baile en la cancha esperá un par de días.
itn -
Otis B. Driftwood -